Los malagueños se volcaron ayer con los Santos Patronos de la ciudad. Numerosos fieles acompañaron a San Ciriaco y Santa Paula en la procesión que recorrió las calles del Centro de la capital. En la cabeza del cortejo fueron cinco policías locales a caballo vestidos de gala. Junto a la cruz alzada se situó el pertiguero. En el comienzo de su recorrido, el trono tuvo que cambiar de itinerario. Un cable impidió que el cortejo accediese a Méndez Nuñez por Juan de Padilla. Lo hizo por la calle Comedias.
Detrás de los policías locales a caballo fue la banda de cornetas y tambores Santa María de la Victoria; tras el trono lo hizo la banda de música de Cruz del Humilladero. La congregación que da culto a las imágenes cambió el estilo musical, al incorporar una banda de música como acompañamiento principal.
Otra novedad fue que la palma que llevaban los Patronos en las manos eran de verdad y no de orfebrería. San Ciriaco y Santa Paula iban atados a un árbol artificial que tenía ramas naturales de olivo. En el corcho que hacía de suelo del trono se puso una penca con biznagas.
La corporación municipal, con el alcalde, Francisco de la Torre, a la cabeza, figuró en el cortejo, que llevó luto por el fallecimiento de José Sánchez García, reorganizador y primer hermano mayor de la congregación. El pendón de la ciudad lo portó el concejal Luis Verde. Alcalde y concejales, que iban vestido de chaqué, se retiraron cuando la procesión llegó a la altura de la iglesia del Sagrario. Las campanas de la Catedral repicaron en señal de respeto a los Patronos de la ciudad.
Para entrar en la calle Larios, el cortejo discurrió por la calle Sancha de Lara. En la principal arterial de la ciudad muchas personas esperaban la llegada de San Ciriaco y Santa Paula, hermandad que dirige Antonio Domínguez Ruiz.
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