Rafael J. Pérez Pallarés: «El predicador de la novena no es un "speaker" sino un hermano en la fe»
El sacerdote diocesano Rafael J. Pérez Pallarés ha sido designado predicador de la novena que se celebra con motivo de la fiesta de Santa María de la Victoria, Patrona de la diócesis y la ciudad de Málaga. Unos cultos que tendrán lugar del 30 de agosto al 7 de septiembre en la Catedral. El también responsable de comunicación del Obispado y párroco de San Ramón Nonato asegura que a lo largo de la novena tendremos la oportunidad de agradecer a Dios “el regalo que es su Madre”.
–¿Es posible resumir en nueve homilías todo lo que Santa María de la Victoria significa para Málaga?
–En absoluto. Ten en cuenta que hablamos de fe, de devoción, de afecto, de amor, de cariño, de relaciones materno-filiales. Y eso no se puede resumir en nueve días. Lo que sí te permite la novena es dar gracias a Dios por el regalo que es la Virgen de la Victoria para la Diócesis de Málaga.
–El Sr. Obispo expresó en su homilía de la Misa Estacional del 8 de septiembre 2009 su deseo de que todas las parroquias y comunidades veneren la imagen de nuestra Patrona, ¿puede animar el predicador a seguir impulsando este deseo?
–Por supuesto. De hecho, lo haré. Cuidar la devoción a la Madre de Dios ayuda al crecimiento de la fe. María es madre y maestra de fe. Y además cuidar el trato diario con la Madre de Cristo es un chaleco salvavidas en la corriente de la existencia.
–Eran dos los deseos del Sr. Obispo. El segundo deseo es que el Santuario de nuestra Patrona sea un lugar de auténtica devoción mariana y centro de peregrinación diocesana. En mayo se celebran las peregrinaciones ¿Puede coordinar el obispado la peregrinación de todos los arciprestazgos?
–No soy el indicado para darte la respuesta. Lo que sí entiendo es que más allá de quién lo coordinase lo importante es que el Santuario se convierta junto al resto de los santuarios marianos de la diócesis en espacios y lugares donde se conozca la biografía de María de Nazaret, donde se le trate, donde se le ame.
–Acompaña a la Virgen de la Victoria en su procesión de subida del 8 de septiembre ¿Qué significa para usted procesionar tras la Patrona hasta su Basílica?
–Rezar. Y acompañar no sólo con la palabra sino con el gesto a la Hermandad. El predicador de la novena no es un speaker sino un hermano en la fe. Con vosotros soy cristiano, para vosotros sacerdote y como tal acompañaré a la Hermandad en la procesión.
–Renovarse o morir. ¿Aportaría nuevas fórmulas para seguir extendiendo la devoción de la Santísima Virgen de la Victoria?
–La renovación pasa necesariamente por la pasión. La pasión cristiana debe estar bañada por el amor. El espacio privilegiado para alimentar el amor a la Santísima Virgen es la oración. Cuando oramos se despiertan de manera espontánea iniciativas. Déjame que lo rece y te contaré. Pero creo que urge acercar el rostro actual de esa mujer nazarena: cercana a sus vecinos, atenta a las necesidades de quienes le rodeaban, pendiente de Dios en todo momento...
–A través de los medios de comunicación usted no cesa de hablar de las enseñanzas de Dios. Fue entrevistado en televisión por Jesús Quintero y rezaron juntos un Padrenuestro. ¿Mejor cuanto más se hable?
–Mejor cuanto más se rece y se comunique lo que se lleva en el interior.
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